El negocio del coliving se enfría: Inèdit y Habyt reducen su ocupación hasta un 20% y bajan precios
El coliving se ha convertido en los últimos años en un modelo de negocio inmobiliario de gran proyección en el Viejo Continente. Sin embargo, el coronavirus ha frenado su incipiente expansión en España, donde compiten un puñado de compañías. La incidencia más directa de la pandemia se ha reflejado en la ocupación y en los precios.
Por lo general, el concepto de coliving consiste en alquilar una habitación o estudio en un inmueble que también cuenta con zonas de trabajo y ocio compartidos y con servicios adicionales. La mayoría de inquilinos son jóvenes profesionales extranjeros que viene a España para trabajar y, en menor medida, estudiantes.
«Entre finales de marzo y finales de abril la ocupación se redujo entre el 35% y el 40%. Todos los clientes que tenían que entrar en abril, mayo e incluso junio, cancelaron sus reservas por problemas de movilidad e incertidumbre. Por otro lado, de forma positiva, muchos clientes decidieron alargar sus contratos porque, a raíz del confinamiento, los cursos y los proyectos de empresa se alargaron», explican desde Inèdit, la compañía catalana de coliving que cuenta con 150 camas ubicadas en Barcelona.
Habyt es otra de las empresas del sector que también ha puesto cifra al impacto de la pandemia en su negocio. La ocupación en España ha bajado un 20%, aunque aseguran ya han comenzado a notar los primeros signos de recuperación. «La caída más brusca fue en mayo, después, en junio, la ocupación comenzó a repuntar. En la actualidad han entrado inquilinos nuevos para agosto y esperamos recuperar la normalidad en septiembre u octubre». La firman alemana cuenta con una cartera de 100 camas repartidas entre Madrid y Barcelona. En conjunto, Habyt dispone de de 400 camas repartidas también entre Berlín, Lisboa y Milán.
Desde Inèdit creen que la recuperación total del sector dependerá de los posibles rebrotes del virus y de cómo cada país gestione la crisis. Reconocen que lo que más les ha afectado ha sido la incertidumbre, la alarma social y el poco conocimiento que había de cómo se estaba gestionando la pandemia.
«En cuanto haya un plan de actuación concreto nos permitirá que la recuperación surja. Mientras haya incertidumbre la gente tiene miedo a viajar y a irse fuera de casa. Necesitamos la máxima organización y estructura para saber cómo actuar en caso de pandemia», explica Laia Comas, CEO de Inèdit Barcelona.
Los precios
Para volver a un punto de equilibrio del mercado, Habyt ha rebajado el precio de sus habitaciones hasta un 10%. De media, una de sus habitaciones en España cuesta entre 700 y 750 euros mensuales, frente a los 950 euros que un inquilino tiene que pagar por los mismos servicios en Berlín. La estancia media en este tipo de alojamientos oscila entre los cinco y los seis meses, aunque la firma exige un mínimo de tres meses de estancia.
Inèdit también rebajó el precio de sus habitaciones durante el estado de alarma ya que tuvo que suprimir alguno de sus servicios habituales. Sin embargo, a día de hoy, la compañía ha restablecido las tarifas y opera con normalidad.
A pesar de que el coronavirus ha supuesto una zancadilla para este nuevo modelo de negocio inmobiliario, los expertos del sector creen que es uno de los modelos que mejor han resistido a la crisis sanitaria, e incluso, puede convertirse en el formato de vivienda que cubra las necesidades de la población post-coronavirus.
La regulación
Aunque el futuro es prometedor, los expertos del sector consideran que uno de los problemas a los que se enfrenta el coliving para impulsar su desarrollo es la legislación, ya que no existe una normativa urbanística concreta para ellos. Sin embargo, las empresas creen que no es un impedimento seguir creciendo.
«Evidentemente se podría gestionar mucho mejor si esta ley estuviera actualizada y tuviera unas normativas más adaptadas, pero al final no creo que se tenga que regular el coliving, sino la ley de arrendamientos urbanos que pueda adaptarse a todas las formas de arrendamiento existentes actualmente y que la sociedad necesita. No es por ningún tecnicismo a nivel de contrato sino por la selección de cliente que se hace. El perfil del cliente, su objetivo, su necesidad de integrarse y de llevar a cabo un proyecto, etc. es lo que hace que sea un cliente muy óptimo para el alquiler y de garantía para el propietario», explican desde Inèdit.
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